Los ciudadanos buscan subvenciones para rebajar la factura de la luz que es uno de los gastos más temido por los españoles a final de mes. Este ha subido especialmente los últimos meses, y en concreto, las últimas semanas, por el conflicto entre Rusia y Ucrania. El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista ha retomado el crecimiento y se ha encarecido un 5,6%, hasta los 263,65 euros el megavatio/hora (MWh), según datos publicados por el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE). Este aumento del precio está obligando a muchos ciudadanos a ingeniarse formas para ahorrar dinero en su cuota mensual y a considerar opciones alternativas a las empresas eléctricas convencionales.

Una de las opciones más consultadas por las personas es la viabilidad de instalar placas solares en sus hogares. Además de en viviendas particulares, muchas comunidades de propietarios se plantean incorporar esta fuente de energía renovable en sus edificios. Para promocionar el consumo de estas renovables, el Gobierno y las comunidades autónomas han regulado bonificaciones y subvenciones para todas las personas que utilicen este tipo de suministro en sus hogares. Para solicitarlas, los interesados deberán contactar con la administración de su comunidad autónoma o con el ayuntamiento de su localidad.

Existen tres tipos de ayudas o subvenciones a las que los ciudadanos pueden acudir para abaratar los costes que supone la instalación de las placas solares:

  • a través de bonificaciones en el Impuesto por Bienes Inmuebles (IBI) y en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). El IBI es un impuesto directo que grava el valor de las propiedades en función de su clasificación catastral, es decir, urbanos, rústicos o de características especiales. La cuantía de la bonificación y los plazos de ejecución dependerán de cada ayuntamiento. Por ejemplo, en la ciudad de Madrid, el consistorio ofrece una reducción del 50 % en este tributo para las personas que instalen placas solares, tanto en viviendas de uso residencial como en inmuebles de uso no residencial. Eso sí, esta bonificación solo estará disponible en los tres periodos impositivos siguientes a la finalización de la instalación.
  • por medio de reducciones del impuesto de la renta (IRPF). Respecto a esto, el Gobierno ha establecido tres tipos deducciones. En primer lugar, una rebaja del 20% de lo invertido si se han realizado obras de mejora de la eficiencia energética en la vivienda habitual o en una arrendada. Las obras tendrán que hacerse hasta la fecha tope del 31 de diciembre del 2022 y lo máximo que se podrá deducir son 5.000 euros anuales. Si el porcentaje de reducción de la demanda de calefacción y refrigeración sube hasta el 30 %, el descuento podrá ascender hasta el 40 %. Por último, esta cifra alcanzaría el 60 % si se logra disminuir el consumo de energía no renovable por encima del dato anterior.
  • Y por último, la tercera vía es solicitando subvenciones autonómicas o locales. Gracias a los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) de la Unión Europea, los gobiernos autonómicos han podido ofrecer cuantías más numerosas para los ciudadanos interesados. En la Comunidad de Madrid, el gobierno autonómico aprobó en 2021 el Plan Estratégico de subvenciones relativo a la concesión de ayudas para la promoción de autoconsumo energético, renovable y sostenible. El presupuesto de esta operación fue en 2021 de tres millones de euros y para este año 2022 y el próximo 2023, la cuantía ha ascendido hasta los 10 millones de €. Las ayudas son de hasta un 30% del coste sobre un máximo de 15.000 € subvencionables.

En Castilla y Leon, el pasado 17 de enero la Junta anunció la aprobación de 37 millones de euros en subvenciones para el fomento del autoconsumo y almacenamiento de energías renovables tanto para particulares como para empresas. Fue tal la avalancha de solicitudes que el Ejecutivo regional ha previsto sacar otros 39 millones de euros más para cubrir esta primera demanda.